Praga, el destino en el que te sentirás viviendo como en un cuento de hadas

Lola Crombas
21 oct
4 Min. de lectura

Si hay un destino en el cual que sus calles te recordarán a los cuentos leídos en tu infancia, esa seguramente es Praga. Y es que viajar a ella es sumergirse en una ciudad que parece detenida en el tiempo.

Capital de la República Checa, esta joya europea combina historia, arte, arquitectura y una atmósfera mágica que cautiva a todo viajero. Con vuelos cada vez más accesibles desde Buenos Aires y excelentes conexiones con otras capitales europeas, Praga se posiciona como uno de los destinos imperdibles para los argentinos que buscan cultura, buena gastronomía y paisajes de postal.

¿Por qué Praga enamora?

Praga es una ciudad que se recorre mejor caminando, descubriendo rincones ocultos, cafecitos con encanto y miradores con vistas únicas. Su mezcla de historia medieval, romanticismo y vida moderna la convierten en una parada obligatoria para quienes buscan una experiencia europea auténtica.

Pero, ¿cuáles son los atractivos que no deberías dejar de visitar en tu viaje a esta ciudad europea?

El Castillo de Praga

Considerado el castillo antiguo más grande del mundo, domina la ciudad desde lo alto de la colina Hradčany. En su interior se encuentran la majestuosa Catedral de San Vito, el Antiguo Palacio Real y el pintoresco Callejón del Oro. ¿Un tip de VIP TRAVEL? No te pierdas el cambio de guardia al mediodía.

El Puente de Carlos

Símbolo indiscutido de Praga, este puente del siglo XIV une la Ciudad Vieja con la Malá Strana. Sus 30 estatuas barrocas y la vista del río Moldava lo convierten en uno de los lugares más fotografiados de Europa, especialmente al amanecer o al atardecer.

La Plaza de la Ciudad Vieja

Corazón histórico y punto de encuentro de locales y turistas. Aquí se encuentra el famoso Reloj Astronómico, que cada hora ofrece un pequeño espectáculo mecánico desde el año 1410. Rodeada de cafecitos, restaurantes y artistas callejeros, es ideal para disfrutar el ritmo praguense.

El Barrio Judío (Josefov)

Una de las zonas más interesantes de la ciudad, con sinagogas históricas, el antiguo cementerio judío y museos que cuentan la historia de la comunidad judía en Bohemia.

El Barrio judío de Praga es uno de los más visitados de la capital de Chequia. También conocido como Barrio de Josefov, en el Barrio judío de Praga podrás conocer las sinagogas de Praga y el Cementerio judío, uno de los más curiosos del mundo.

Malá Strana y el Monte Petřín

Barrio romántico de calles empedradas y casas de colores, perfecto para pasear y perderse en él. Desde el Monte Petřín, una torre similar a la Eiffel ofrece una vista panorámica espectacular de toda la ciudad.

El Monte Petrín de Praga, con una altura máxima de 320 metros sobre el nivel del mar, es un fantástico paseo al aire libre. Desde su torre de observación (una pequeña réplica de la Torre Eiffel) se tienen las mejores vistas de la ciudad.

¡Sabores para disfrutar!

Por su parte, Praga ofrece una creciente escena gastronómica moderna con restaurantes de autor, mercados gourmet y cafés de estilo bohemio, ideales para quienes buscan experiencias más contemporáneas.

La cocina checa es contundente, sabrosa y perfecta para los días fríos. En Praga, cada plato cuenta una historia y refleja la mezcla de influencias centroeuropeas, con presencia de guisos, carnes y panes.

Entre los clásicos que no podés dejar de probar se destacan el guláš (goulash), un guiso de carne con paprika servido con pan o knedlíky (panecillos al vapor); el svíčková na smetaně, carne vacuna en salsa de crema y vegetales; y el řízek, similar a la milanesa. Para los amantes del dulce, el trdelník —una masa enrollada con azúcar y canela, a veces rellena de helado o chocolate— es un infaltable en los puestos callejeros.

La cerveza checa merece mención aparte: es parte del ADN nacional y una de las más antiguas y prestigiosas del mundo. Marcas como Pilsner Urquell, Kozel o Budvar son un acompañamiento ideal para cualquier comida. No sorprende que los checos sean los mayores consumidores de cerveza per cápita del planeta.

La cerveza, para del ADN de toda República Checa.

Algunos datos útiles para viajeros argentinos

Moneda: Corona checa (CZK). Aunque algunos comercios aceptan euros, conviene cambiar dinero local.

Idioma: Checo. Sin embargo, el inglés se habla ampliamente en zonas turísticas.

Mejor época para viajar: de abril a junio y de septiembre a octubre, cuando el clima es agradable y hay menos turistas.

Requisitos de ingreso: los argentinos pueden ingresar sin visa por hasta 90 días dentro del espacio Schengen.

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